Llegada a Quito

Listo pues, ya llegué a Quito. En realidad ya van casi 2 semanas que estoy acá (llegué el viernes 29 de Junio, luego de haber salido de Bangkok el miércoles 27, con una parada administrativa en Paris), pero me ha faltado el tiempo de escribir correos, actualizar páginas, y todo eso. El trabajo empezó bastante fuerte, ya que soy el último del equipo de proyecto en llegar (l@s demás colegas, 1 hombre y 3 mujeres son todos Ecuatorian@s).

Mi responsabilidad es velar por la parte técnica del proyecto "Sistema de Alerta Temprana y Gestión del Riesgo". Es financiado por el BID y lleva cierto atraso, producto de lo difícil que ha sido hacer los pasos previos (convenios entre instituciones, contratar al personal, el caso del técnico especialista en gestión de riesgo -mi cargo- siendo el más complicado parece). Pero bueno, se trata de instalar 2 sistemas de alerta, para los volcanes Cotopaxi y Tungurahua. Además, hay trabajos a nivel nacional, para herramientas de incorporación de las variables de riesgo en la planificación del desarrollo y de la inversión pública. Muy, muy interesante.
La primera semana, el mismo lunes 2 de julio, me fui de gira a la zona del Tungurahua, que ha estado en erupción desde el 99, y el año pasado tuvo 2 eventos eruptivos fuertes (en julio y agosto, parece que la cantidad de agua acumulada durante la estación lluviosa lo hace más activo...). El día que fui a verlo, estaba lanzando cenizas (ver la foto: izquierda Cotopaxi, derecha Tunguragua)


Pero bueno, eso es lo del trabajo. Como tengo suerte, estoy en casa de amigos (los Laforge). Michel ha sido colega mío desde que llegué de regreso a América, trabajamos juntos en Centroamérica, y somos bien amigos. Con Emmanuelle tienen 3 hijos que conocemos desde que son chicos, y son amigos de las chiquillas. Además hay otra gente que conozco, y cada quién me presenta más amistades.

Me gusta mucho Quito: el clima es sabroso (comparado con el calor sofocante de Bangkok, qué rico sentir un poco de frio en la mañana), y como es estación seca, o sus inicios, hay días especatulares, con sol, cielo muy puro y algunas nubes bien blancas. No me ha sido demasiado difícil con la altura (2800 msnm), es decir que no he tenido dolores de cabeza, ni sangramiento de nariz, cosas así. Pero si quedo sin aire cuando me apuro caminando... Creo que ya me voy aclimatando (me dí cuenta que ya no duermo con la boca abierta).

Bueno, acá, otras fotos (que saqué con mi tremendo teléfono comprado en Bangkok que les comenté antes, y que no funciona acá... qué vaina), y hasta luego para más noticias.


Vista del centro de Quito desde un parque y La parte colonial de la Ciudad

Chao, Pablo